El primer brote de la primavera {Fanfic Jelsa}

 ¡Hola!
Bueno, después de mil años, he retomado el Fanfic Jelsa que tenía en mente. Y también el Winter Writing Challenge.
Bueno, no, voy a explicarme bien. El Fanfic Jelsa no existe, no tiene una trama fija. Son Drabbles, como si fueran los Drabbles de Angie y Nir o lo que hace Andi de Una Chica pegada a unas letras. Siguen una trama argumental pero no es que sean capítulos y no tienen ni principio ni fin. Son una serie de relatos cortos que coinciden en historia y que, por tanto, pueden leerse seguidos.
Lo digo porque como tuve cierta discrepancia en fanfic.es sobre cuándo subiría mi próximo capítulo, mejor dejarlo claro. No tiene por qué haber continuación, como puede que sí exista.
En fin, ahora sí, os dejo el relato antes de que siga enrollándome.
Los dos relatos anteriores podéis encontrarlos aquí y aquí.
¡Que los disfruteis!

Imagen original {x}


El invierno comenzaba a remitir en el reino de Arendell. Tras varias semanas de fuertes ventiscas y de no ver el sol, se veía en los brotes de los árboles que la primavera comenzaba a asomarse.
Menos en una apartada zona del bosque, donde dos jóvenes parecían competir por ver quién era capaz de construir un invierno más eterno en el lugar.
Elsa se sentía muy cómoda cuando estaba junto a Jack. Ansiaba encontrar un espacio para escapar y ser, por una vez, ella misma. No podía compartir su secreto con nadie más aparte de él. Y no solo compartía su poder y capacidad de crear hielo. Con Jack, parecía ser capaz hasta de compartir sus miedos.
Por eso se detuvo al ver el verde brote en uno de sus árboles, resistiendo a ser congelado por la escarcha que había crecido a su alrededor.
- ¿Vas a irte cuando acabe el invierno?- Preguntó ella, de golpe, brusca. La nieve pareció detenerse en el aire, flotando y desafiando a la gravedad. El joven peliblanco sonrió, aunque su sonrisa no estaba cargada de emoción como otras veces.

- Bueno, puede que un tiempo…- Comentó, desviando la mirada hacia las montañas que rodeaban el reino de la joven. Extendió su brazo y señaló uno de los más altos picos.- ¿La nieve se funde ahí arriba en verano?
Elsa frunció el ceño, desconcertada.
- No… al menos que yo sepa.
Jack sonrió.
- Entonces, no tengo por qué irme para siempre. Puede que tengamos que cambiar nuestro punto de encuentro, pero nada más.
Aquello pareció calmar a la joven, que dejó que la emoción la sobrecogiera y, sin darse cuenta, una serie de copos de nieve, como un lazo, la ató a Jack, acercándolos hasta el punto de perder el equilibrio. Elsa chilló justo al sentir que no podía mantenerse en pie, agarrando al joven en un intento de no caer.
Cayeron sobre una densa capa de nieve, que flotó a su alrededor mientras se observaban . La joven reina tumbada de espaldas, observando los azules ojos de su acompañante a medida que, de golpe, el claro parecía estar mucho más caliente que antes.
Jack sonrió, y en su pálida piel pudo verse un tono rojizo que no era corriente. Se miraron así durante un tiempo, dejando escapar ligeras risas mientras sus rostros parecían acercarse más y más…
-¿Elsa?- Se escuchó una voz más joven y melodiosa.- ¿Elsa, estás ahí? Me ha parecido oírte chillar.
Jack se detuvo, observando a la reina.
- Será mejor que te deje hablar con tu hermana.- Susurró, apartándose. Elsa de golpe sintió su corazón latiendo con locura.
- ¿Con Anna? No, por favor. No sabría qué decirle, hace mucho que no hablamos y yo…- Murmuró, desviando la vista. Se sentía agobiada, siempre había temido volver a dañar a su hermana, y nunca habían vuelto a hablar. Ni siquiera sabía cómo explicarle qué hacía en aquel lugar.
Los pasos cada vez se acercaban más. Elsa desvió la mirada un segundo, de golpe preguntándose cómo explicaría a Jack. Pero cuando quiso darse cuenta, estaba sola en el claro.
- ¡Ajá! ¡Sí que eras tú!- Rió Anna, plantada justo frente a ella. Elsa seguía sentada en el claro, mirando alrededor desconcertada.- ¿Haciendo ángeles de nieve? ¿Esos son los deberes de una reina?
No podía entender cómo, después de tanto tiempo sin hablarse, su hermana siguiera tan animada, como si nada hubiera pasado.
Como si no le hubiera congelado la cabeza.
Sin embargo no era un buen momento para pensar aquello. Elsa tragó saliva y se incorporó, nerviosa. Apartó un poco de nieve de su vestido, volviendo a mirar a la joven.
- Bueno, sí. Necesitaba distraerme un poco.
El rostro de Anna no podía reflejar más diversión. Sus pecas parecían fusionarse a causa de la ancha sonrisa que tenía en el rostro, y, por una vez, la hermana mayor comprendió lo mucho que se había perdido al no hablar con ella.
- Bueno, entonces, su majestad, ya que estáis tan ocupada, permitidme que os aligere el trabajo.- Murmuró Anna, riendo y empujando a su hermana de nuevo al suelo. Elsa rió, sorprendida, y comenzó a jugar mientras su hermana se tumbaba a su lado, formando ángeles en la superficie nevada.
Jack, desde lo alto, sonrió.
Elsa no se reía así con él.

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